
Rick Froberg
EVERYTHING LOOKS BETTER IN THE SUN.
Texto: David Moreu
Drive Like Jehu, Pitchfork, Hot Snakes, Obits… estos son algunos de los grupos de Rick Froberg. Quien haya indagado un poco en su biografía sabrá que detrás de los diseños de las portadas de los álbumes de estas bandas también anda el protagonista de esta entrevista. Un tipo entrañable de Los Ángeles que se mudó a New York para dar rienda suelta a sus nuevos proyectos musicales, pero también para seguir creciendo como ilustrador. Su historia es una montaña rusa de distorsión, de arte y, sobre todo, de punk. Bienvenidos al universo personal y creativo de Rick Froberg, el último gran héroe de la galaxia alternativa.
Empecemos por el inicio… naciste en California, pero un buen día te mudaste a New York. ¿Existe alguna diferencia evidente entre las escenas musicales y artísticas de ambas costas?
Llegué a New York hace 15 años y si que noté que era un poco distinto, pero siempre he estado más vinculado a la escena musical que a la artística. Yo soy un ilustrador que, habitualmente, hace dibujos y bocetos. En este sentido, las dos costas son prácticamente “igual” y es en el territorio que queda en medio donde se aprecian las mayores diferencias en mi país. El clima en California es parecido al de España, aunque puede que no sea tan frío en invierno.
¿Qué recuerdas de la explosión del punk y del hardcore de la Costa Oeste en los años 80?
Vi muchas bandas en directo cuando aquello estaba empezando, además de tocar en mis propios grupos. Compartimos cartel con bandas de hardcore, pero nunca me sentí atraído para tocar esa música. Era un momento de gran libertad y cada uno hacía lo que podía para que las cosas avanzaran. En cierto modo, hoy sigue siendo parecido. No había Internet, pero teníamos el correo y el teléfono… así que era lo mismo, aunque ahora es más rápido y sencillo. Aunque sigue siendo muy complicado sacar discos. Nosotros tenemos la misma mentalidad que entonces y seguimos ese modelo de hacer las cosas porque creemos que es bueno y encaja con nuestra manera de ser.
Por curiosidad, ¿aprendiste algo en aquellos días que siga siendo vigente en la escena musical actual? ¿Crees que se ha perdido la pasión y el entusiasmo de antaño?
Personalmente, no creo que sienta menos pasión por la música o el arte que en aquellos días. Las cosas que me marcaron son las que aprendes en base a los errores y a los éxitos. Aprendes lo que debes y lo que no debes hacer gracias a probar cosas nuevas y a cometer errores. A medida que te haces mayor aprendes a deshacerte de las cosas que no te gustan y a centrarte en lo que más te motiva, puesto que tu vida se va haciendo más corta. Quieres pasar el tiempo que te queda tocando música y disfrutando, pero siempre a tu manera.
¿Cuándo te diste cuenta de que la música o el arte podían convertirse en tu “trabajo”?
Sí que considero que el arte es un trabajo. Soy ilustrador, así que acepto toda clase de encargos, aunque algunos prefiero no nombrarlos. Siempre he ganado poco dinero con la música, pero este año ha sido distinto porque he tocado con dos grupos y con uno nos han pagado muy bien. Desde el 2001 soy freelance, así que desde entonces no he tenido un trabajo “real”.
¿Qué disciplina descubriste antes, el arte o la música?
Primero fue el arte, porque se me da mucho mejor. Créeme, aún no tengo una gran habilidad para la música… simplemente trabajo con mis ideas de canciones e intento crear algo a partir de ellas. Esto también podría aplicarse a mi vertiente artística, aunque mis habilidades como ilustrador tienen mucho más potencial.
¿Eras muy joven cuando empezaste a dibujar y a crear ilustraciones?
Sí, era algo que podía hacer con mucha facilidad y me diferenciaba del resto de chavales. Además, me daba cierto reconocimiento. Yo no era buen deportista, no era atractivo y no destacaba como estudiante, así que dibujar era lo único que tenía y me aferraba a ello. Me divertía mucho porque era una oportunidad para usar la imaginación y perderme en otros mundos.
¿Cuáles fueron tus mayores influencias? Tus ilustraciones podrían encajar perfectamente en un cómic independiente…
Nunca me gustaron los cómics y hoy en día sigo sin prestarles atención. No me malinterpretes, me gustan sus ilustraciones, pero no acostumbro a leer sus historias. Hablar de las influencias es muy complicado, porque cuando te dedicas al arte o a la música estás expuesto a muchas cosas… para bien y para mal. Incluso puedes acabar influyéndote a ti mismo con las cosas que has hecho en el pasado. Existen demasiadas cosas que me gustan, que odio o que, simplemente, no me importan, pero que también son una influencia. Si veo algo que me gusta, intento recordarlo y utilizarlo si puedo. Me gusta la ilustración, pero creo que representar conceptos es aburrido.
Hace unos años colaboraste con Altamont en una colección de camisetas. ¿Cómo fue aquella experiencia? ¿Tienes algún vínculo con el mundo del skate?
Acepté ese encargo porque me pagaban bien. Era un simple trabajo. Ellos querían que pusiera mi nombre en las ilustraciones, así que lo hice… era parte de trato. Aunque si hubiera dependido de mi, no habría firmado. Fue una buena experiencia y se trata de una gente muy amable. Por lo que se refiere al skate, tengo cierta vinculación con ese mundo porque mi primer trabajo después de salir del instituto fue en Transworld Skateboarding Magazine en 1987 o 1990. Entonces conocía a muchos skaters y aprendí un poco a patinar, aunque ahora no me atrevería. También tocaba en una banda y a los skaters les gustaba el punk y el rock n’ roll, así que teníamos cosas en común.
¿Cuáles eran tus tareas en Transworld Skateboarding Magazine?
Hacía ilustraciones para la revista, para camisetas y mierda de esa. También diseñé tablas de skate y me encargué de la maquetación de la revista utilizando las viejas técnicas de diseño, con cinta adhesiva, fotomontajes y sin ordenadores. Así fue como aprendí muchas cosas sobre diseño gráfico, que es algo totalmente distinto a la ilustración. Lo curioso es que conseguí ese trabajo porque entonces yo editaba un fanzine de punk y me esmeraba mucho con los diseños y la maquetación.
A partir de tu experiencia ¿crees que actualmente es necesario conocer estas viejas técnicas de diseño para realizar cosas originales?
Cuando se trata de arte o de dibujo, creo que la gente debería tener una mínima formación clásica. No puedes romper las normas si no las conoces. Yo no estudié arte, pero aprendí dibujando modelos reales y desnudos. También iba a museos, miraba muchas fotos y conseguía libros… y muchas veces copiaba las obras que veía. No nos engañemos, el ordenador es genial y lo utilizo constantemente, pero algún día todo esto reventará y tendremos que hacer las cosas a mano otra vez… entonces volveremos a las viejas técnicas de diseño.
Has creado las portadas de los álbumes de tus bandas y de grupos de amigos. ¿Cómo afrontas el diseño de este formato tan particular?
Resulta ideal cuando lo hago para mis propias bandas e intento que el diseño contribuya a que la música sea más “cool”. Se trata de unificar las dos cosas, relacionarlas y que el arte amplifique el sentimiento de las canciones. Puede ser una creación simple y asquerosa, pero siempre se trata de conseguir que la música parezca mejor de lo que realmente es. La mayoría de portadas que he diseñado son ilustraciones, así que no sé si lo estoy haciendo bien o mal. Cuando trabajo para otras bandas, intento hacer lo mismo, aunque la mayoría de veces me piden cosas muy parecidas a mis portadas anteriores: “Me encanta el disco de Hot Snakes, podrías hacer algo parecido” y yo siempre pienso que “ese es mi disco y no quiero que el tuyo se parezca a él”. Así que tengo que crear algo que les guste a ellos y que no me disguste a mi. El vinilo es el mejor formato para trabajar, pero la mayoría de portadas que he hecho han acabado en CDs e incluso hice algunas que se editaron en casete.

Obits Band Photo
Los pósteres de conciertos tienen una larga tradición desde los años 60. ¿Te has atrevido alguna vez con este formato?
He hecho algunos para mis bandas, pero la mayoría de veces se encargan a diseñadores especializados en este formato. Tengo muchos libros de pósteres de música y también de películas, sobretodo de otros países. Por ejemplo, tengo uno sobre carteles de películas turcas, que es jodidamente magnífico. Y otro de pósteres de películas de Ghana pintados a mano… muchas veces los artistas de esos países no ven la película y pintan lo que les sugiere el título. ¡Sus interpretaciones del argumento y de la historia son una locura!
¿Qué puedes contarnos de la exposición que has hecho en Barcelona, aprovechando la gira de Obits?
Hice algunos dibujos y algunos bocetos en Tolouse, los junté y los traje a Barcelona. Se trata de ilustraciones de retratos de boxeadores, de Nietzsche, Aldous Huxley y otros personajes. Algunos dibujos fueron por encargo, así que los que están expuestos pueden considerarse como descartes o caras-b. Están hechas en gouache, por este motivo tienen un tono opaco y oscuro. Para mi, esta técnica es mejor que la tinta.
¿Qué planes tienes para los próximos meses, tanto en temas musicales como artísticos?
Por lo que se refiere a música, queremos empezar a trabajar nuevas canciones con los Obits, puesto que ahora podremos estar en casa durante un buen período de tiempo… piensa que hemos empalmado varias giras. Queremos estar en casa, desarrollar los nuevos temas e intentar grabar el tercer disco. Esta es la idea principal. Tenemos muchos fragmentos de canciones que no están terminadas, así que debemos trabajar con el objetivo de hacer un álbum mejor que los anteriores. También tengo que centrarme en mi trabajo y me han propuesto organizar una exposición en Atlanta.
La historia y la manera de trabajar de Obits es muy curiosa…
Todo empezó de una manera muy sencilla: nuestro primer concierto fue en una sala minúscula y la gente empezó a hablar de nosotros, sobretodo los fans de Hot Snakes. Pero resulta que alguien grabó el show, lo colgó en Internet y mucha gente empezó a escucharlo. Entonces nos llamaron de Sub Pop y preguntaron por la banda, puesto que ya sabían como sonábamos y les había gustado mucho. Es un sello genial y hacen que las cosas sean muy fáciles.
¿Qué tal ha ido la extensa gira española? ¿Alguna anécdota destacada?
Ha sido acojonante. ¡Me encanta España! Cuando estábamos de gira por Europa con Hot Snakes, casi nunca veníamos aquí… o puede que sólo viniésemos para un único concierto. Pero siempre pensaba que este país es el lugar donde quería ir, en lugar de patearnos Inglaterra en furgoneta. Así que al final hemos podido hacer una gira en condiciones, “una gira ibérica”. La mayoría de shows han ido genial y nos hemos cruzado con un público muy loco, como en el caso de Valencia. Es el lugar más desfasado donde he tocado. ¡Valencia es la ciudad número uno del mundo del rock!
Para terminar la entrevista, quería preguntarte por el futuro de Hot Snakes…
Este año nos hemos reunido y creo que seguirá siendo algo puntual. No tengo intención de implicarme con esa banda otra vez, puesto que ahora estoy centrado en Obits. Este grupo es cómo me siento ahora y Hot Snakes es cómo me sentía hace una década. Puede que toquemos unos cuantos conciertos más porque nos pagan muy bien… ¡al fin y al cabo es una reunión!