
Portishead
LA PSICODELIA SEGÚN PORTISHEAD.
Texto: David Moreu
Aún no habíamos digerido el estallido de Public Enemy en el Primavera Sound 2008, que el escenario Rockdelux levantaba de nuevo el telón para el concierto que todo el mundo esperaba. Sin duda, Portishead eran los cabezas de cartel absolutos de aquella edición y el motivo por el que tanta gente deseaba conseguir una entrada a última hora. Después de diez años de silencio, los de Bristol llegaban a Barcelona para presentar su nuevo álbum (“Third”) y no defraudaron, aunque las expectativas estaban por las nubes. Tuve la oportunidad de charlar con Adrian Utley antes del show apoteósico que ofrecieron y así conocer de primera mano los entresijos que aquel trabajo discográfico que los volvía a poner en el Olimpo musical.
Cuando salió vuestro primer álbum, en 1994, rara vez concedíais entrevistas…
Tienes razón, entonces yo nunca hablaba con la prensa.
Y ¿qué ha cambiado durante todos estos años?
Sencillamente, ha pasado el tiempo y ahora es Beth quien no concede entrevistas. Geoff y yo lo hacemos porque nos gusta hablar de música… eso es genial.
Vuestro nuevo álbum se titula “Third” y habéis tardado casi 10 años en grabarlo. ¿Necesitabais un descanso después del boom del trip-hop?
Estuvimos de gira desde que salio “Dummy” hasta finales de 1998, casi cuatro años sin parar. Se hizo muy largo, estábamos hartos de todo y no teníamos nada más que decir. En aquel momento queríamos desconectar y hacer otras cosas, pero siempre supimos que íbamos a grabar otro disco, sólo que tardamos diez años en hacerlo. Es increíble lo rápido que pasa el tiempo. Todos hemos estado metidos en otros proyectos musicales, por ejemplo, yo grabé la banda sonora para una película y tardé seis meses. Los años pasan… y ahora también tenemos hijos.
Con todos estos proyectos en paralelo y el álbum en solitario de Beth, mucha gente pensó que, tarde o temprano, os acabaríais separando.
Puede ser, pero siempre tuvimos claro que volveríamos a hacer algo juntos.
Habéis comentado que empezasteis a trabajar en el disco dos veces, pero que no encontrabais la fórmula…
Sí, porque no sabíamos qué queríamos decir o hacia dónde queríamos ir. No encontrábamos respuestas a nuestra nueva manera de hacer música. Pero tenemos la suerte de controlar nuestro trabajo y no queríamos grabar algo que no fuera realmente bueno, por eso no tenía sentido continuar. Entonces cada uno se fue por su lado y, al cabo de un tiempo, nos volvimos a juntar. Geoff y yo nos encontramos en el 2004, habíamos hablado con Beth y empezamos a trabajar de nuevo. Fue como el inicio de algo, realmente teníamos la sensación de que estaba sucediendo algo especial, pero tardamos cuatro años. Fue muy complicado.
También leí algo sobre un viaje a Australia donde compusisteis algunos temas…
Durante la gira estuvimos en Australia y nos gustó mucho, pero cuando acabamos surgieron algunos problemas personales y Geoff decidió volver allí para alejarse de todo y descansar. Cuando acabé con la banda sonora, estaba echo polvo y fui un mes de vacaciones a visitarlo. Allí empezamos a pensar en el disco y nos encerramos a trabajar en el estudio, pero no sacamos nada en claro.
No sois la típica banda de rock que ensaya y compone en un garaje. ¿Cómo trabaja habitualmente Portishead?
Eso es una buena observación, porque no funcionamos así. Ahora que las canciones están terminadas, sí que podemos ensayar e improvisar como una banda para preparar los conciertos, pero para la grabación de los discos es distinto. A veces estamos Geoff y yo solos en el estudio, él puede tocar la batería y yo puedo tocar el bajo o la guitarra para desarrollar un tema, pero no acostumbra a ser así. No es tan fácil. Es un proceso muy largo y si trabajáramos como una banda no tendríamos tanto control sobre las canciones.
Además de las letras, Beth también debe aportar muchas ideas ¿no?
A veces trae ideas y otras veces viene con toda la canción, porque también compone con la guitarra y el piano. Por ejemplo, el tema “Silence” lo trajo como una pieza de piano, era muy bonita y la trabajamos hasta conseguir lo que se puede escuchar en el disco. En “Threads”, la última canción, és ella quien toca la guitarra… pero no acostumbramos a tocar los tres juntos en el estudio.
¿Notasteis algún tipo de presión a la hora de grabar este disco?
Nunca sentimos presión por parte de la gente o de la discográfica, era algo distinto… era una presión que venía de nosotros mismos. Realmente queríamos hacer el disco y teníamos muchas ganas de terminarlo, por eso nos presionábamos. En cierto modo, hicimos este álbum para nosotros mismos y para reencontrarnos de nuevo. Igual que pasó con “Dummy”, este álbum refleja nuestra vida y puede que desapareciéramos durante un tiempo, pero queríamos volver y ahora ya estamos aquí.
Hay quien ve “Third” como una reinvención del sonido Portishead, algo así como un segundo álbum de debut…
Es cierto, no queríamos sonar como antes, pero somos la misma gente y tenemos las mismas influencias. Hemos escuchado mucha música todos estos años y había nuevos caminos que nos apetecía explorar. Algunas canciones sonaban como las de antes y eso no es malo, porque estamos muy orgullosos de todo lo que hemos hecho… nuestro catálogo no es muy extenso, pero estamos orgullosos. Supongo que los tres queríamos ver que podíamos evolucionar y creo que lo hemos conseguido, pero ha sido un viaje largo. Pero tampoco suena tan raro ni tan distinto, porque seguimos siendo los mismos. Creo que hemos logrado lo que queríamos, que es mantener nuestra esencia, aunque un paso más allá. Ahora ya sabemos hacia dónde nos dirigimos.
¿De que trata este álbum?
En cuanto al significado de las letras, no puedo hablar por Beth, cada uno las escucha y las interpreta a su manera. En ellas se esconde un mundo enorme del que no hablamos demasiado. Para mucha gente sus letras son importantes, tienen sentido, son poesía… pero creo que me he desviado de tu pregunta.
¿Crees que podrías resumirlo con una imagen o una película?
Geoff dijo que, de algún modo, este disco podría compararse con “Apocalypse Now” y creo que es una referencia muy acertada, porque es como un viaje. A veces aparece un tigre de la puta jungla, a veces llegas donde está el helicóptero con las conejitas de Playboy y te encuentras con un banda de rock tocando y es genial, pero luego vuelves a la jungla y te ves en medio de las bombas y de las balas…
Hablando de “Apocalypse Now”, en varias revistas se refieren a “Third” como un álbum psicodélico. ¿Compartes esta idea?
No del todo, pero sí que me gusta el rock psicodélico y puedo identificarme con varios artistas.
En 1995 ganasteis el Mercury Prize al mejor disco del año por “Dummy”, superando a bandas tan populares como Blur, Pulp o Suede. Pero hoy en día ninguna de ellas sigue en activo. ¿Crees que habéis superado las modas?
Realmente no lo sé, ésta es la vida que nos hemos ido construyendo y no tenemos otro sitio donde ir. De momento estamos contentos haciendo este tipo de música. No hemos grabado tantos discos como Blur, Suede o Pulp… pero tienes razón, ellos ya no tocan. ¡Es increíble! Ellos eran mucho más pop, aparecían en todas las portadas de las revistas y querían ser famosos, pero nosotros nunca buscamos ese tipo de reconocimiento. Sólo queríamos hacer música y, de repente, tres millones de personas compran tu disco y eso es muy extraño, no es lo que pretendíamos.
¿Añoras algo del pasado?
Creo que no. Cuando presentamos “Dummy” pensábamos que si conseguíamos vender 50.000 copias sería genial, porque la gente de la discográfica estaría contenta y podríamos grabar otro disco. Nunca nos planteamos cómo lo percibiría la gente… no teníamos ni idea. Pero la cosa fue creciendo y nosotros crecimos con ello. Estoy contento de todo lo que hemos hecho y no añoro nada.
Siempre habéis reconocido que una de vuestras mayores influencias es el hip-hop y este año compartís escenario en el Primavera Sound con dos leyendas como son Public Enemy y De La Soul…
Es genial, porque Public Enemy siempre ha sido una banda de referencia para Geoff y para mi. ¡Es la razón por la que empezamos a hablar! Geoff es 15 años más joven que yo y, cuando nos conocimos, él tenía sólo 19 años y yo tenía 34… es una buena diferencia de edad y entonces se notaba bastante, pero Public Enemy nos unió. Para mi, su sonido era como el de las bandas de música punk, era un puñetazo directo. Sin duda existe una relación entre Public Enemy y Portishead, han sido una gran infuencia. Tocar después de ellos será increíble y no pienso perderme su concierto.
¿Es cierto que Portishead se formó gracias a un cortometraje?
Sí, se titulaba “To Kill a Dead Man” y la historia es bastante curiosa porque yo “actuaba” en él. Después pensé que, puestos a hacer la película, también podríamos componer la banda sonora con Geoff. Todo aquello acabó en el videoclip de “Sour Times” y fue una experiencia increíble.
¿Conocíais el Primavera Sound?
Sí, yo actué hace cinco años con la banda de John Parish. Fue el mismo año que tocó Sonic Youth y no paraba de llover.
¿Seguís viviendo en Bristol?
Sí, los tres seguimos viviendo allí.