
Mayer Hawthorne
REINVENTANDO LA MÚSICA DEL ALMA.
Texto: David Moreu / Foto cabecera: Roger del Sol
Señoras y señores, por un lado cojan a un joven apasionado de la música de raíces negras llamado Andrew Mayer Cohen y, por otro lado, pongan en letras bien grandes el nombre de la calle donde pasó su infancia en Ann Arbor (Michigan). Agiten la coctelera y descubrirán a Mayer Hawthorne, la penúltima sensación de la música soul. Pero no se fíen de las apariencias. Detrás de las gafas de pasta y de su pose tímida se esconde un artista multidisciplinar que en 2008 sorprendió con el sabor retro de su álbum de debut, titulado “A Strange Arrangement”. Sin una gran campaña de promoción que lo respaldara, entró en las listas de los mejores discos del año y acaparó portadas en revistas de todo el mundo, pero nada de esto habría sido posible sin unas canciones que pusieran patas arriba los clubes más prestigiosos. Tuve la oportunidad de entrevistarlo brevemente en febrero del 2009, justo después de su multitudinario concierto en la Sala Apolo de Barcelona.
El año pasado editaste tu primer álbum y ahora estás embarcado en una extensa gira por Europa. ¿Cómo valoras la experiencia en la carretera?
Ayer por la noche tocamos en Berlín y éste ha sido el segundo concierto seguido que hemos hecho sin tener tiempo para dormir…
Naciste en Ann Arbor, una pequeña ciudad cercana a Detroit. Supongo que era inevitable que la tradición del soul y el espíritu de Motown formaran parte de tu bagaje musical…
Cuando creces en Detroit es como si esas melodías corrieran por tus venas y, evidentemente, las escuchas todo el tiempo. Mis padres adoraban la música y, cuando yo era muy joven, me introdujeron al soul, a los Beatles y a The Police, así que puedo decir que esos géneros me han acompañado durante mucho tiempo.
La música soul gozó de su máximo esplendor en los años 60, en un momento de grandes cambios. ¿Cómo describirías la magia de ese sonido que hoy vuelve a estar de moda?
Creo que lo más importante en aquellos días era el ambiente que se respiraba en las calles. El mundo estaba cambiando con el movimiento por los derechos civiles, en todas partes había mucha tensión y, además, sucedían un montón de locuras. No creo que eso pueda repetirse jamás, aunque ¿quién sabe? Nunca puedes decir nunca.
Tu disco se acerca bastante a la esencia original, pero con una mirada puesta en el presente. ¿Cómo te planteaste la producción?
La idea principal era no duplicar aquel sonido, sino avanzar, crear algo nuevo y acercarlo a una nueva generación que no vivió esa época. Yo tampoco había nacido en la era dorada de Motown, sino que crecí en los años 80 y en los 90 escuchando, sobre todo, artistas de hip hop como Public Enemy, Nas, Mobb Deep y cosas de ese estilo.
¿Esta afición por el hip hop es lo que te llevó a Los Ángeles a probar suerte como DJ?
Sí, he trabajado como DJ de hip hop y como productor durante los últimos diez años o incluso más. Desde muy joven había soñado con dedicarme a eso. Todo este tema de la música soul es algo que empecé a probar en mi tiempo libre y, simplemente, lo hacía por diversión. Se trataba de un experimento, pero ha cobrado forma y ha despegado por completo. Cuando firmé con el sello Stones Throw estaba muy centrado en hacer hip hop, así que esto es un giro radical en mi carrera hacía un territorio nuevo. Pero ha sido muy emocionante y lo estamos pasando en grande.
Con la perspectiva que ofrece el paso del tiempo, ¿cómo valoras la conexión que se ha establecido entre el hip hop y la música soul?
Yo crecí escuchando música soul y después, cuando entré en el instituto, me metí de lleno en el mundo del hip hop. Fue entonces cuando descubrí mi propia identidad, pasé por la típica época de adolescente rebelde y, de algún modo, me reencontré con otro tipo de música soul a través del hip hop y de todos los samples que utilizaban los DJ’s. Soy un fanático de los vinilos y antes pasaba muchas horas en las tiendas de discos… aún sigo haciéndolo cuando tengo la oportunidad y me encantaría haber buscado algo hoy en Barcelona. Me han dicho que hay una tienda de discos muy buena y me habría gustado visitarla. Intento localizar vinilos en cada ciudad donde viajo y encontrar la mejor tienda.
Hablando sobre esta visita a Barcelona, en el concierto has comentado que has rodado tu último videoclip en la ciudad. ¿Cómo surgió la idea?
Un director que se llama Santi me contactó a través de Internet, me mandó su demo y me pareció increíble. Entonces lo organizamos todo para llegar a Barcelona más temprano y hemos rodado varios fragmentos del videoclip en un edificio de oficinas… no recuerdo el nombre de la calle, pero ha ido muy bien. Se trata de la canción “One Track Mind”.
Por curiosidad, también he visto el videoclip de la canción “Maybe so, maybe no” con todas esas escenas de skate. ¿Te consideras un apasionado del patín?
¡Me encanta patinar! Lamentablemente, no soy demasiado bueno y me gustaría tener más tiempo o más disciplina para convertirme en un gran skater. Es algo que me apasiona y disfruto mucho practicándolo, aunque normalmente la dejo para los profesionales. Puede que algún día mejore.
Después de tantos conciertos a tus espaldas, ¿alguna canción ha cobrado un significado especial cuando la interpretas en directo?
Todos los temas tienen un significado personal, puesto que la mayoría de ideas surgen de experiencias que he vivido. Algunas están exageradas para que la canción sea mejor, pero siguen contando cosas que han sucedido de verdad en mi vida. Cada tema tiene una historia y esconde un significado para mi. Aunque, si tengo que elegir una, te diría que “Green Eyed Love” puede que sea mi favorita. Me gustan las cosas extravagantes, por este motivo decidí titular el disco “A Strange Arrangement”. La mayor parte de la música que escucho y que me fascina tiene ese punto extraño.
Aunque se trata de un disco muy romántico y la mayoría de canciones hablan sobre chicas. Sin duda, éste es uno de los temas más universales…
Sí, todo el mundo puede sentirse identificado con una canción sobre una relación. Es una parte muy importante de nuestras vidas y es lo que hace que el mundo siga girando cada día.
Para terminar, ¿crees que los cantantes aún podéis contribuir a cambiar el mundo o concienciar a la gente?
Definitivamente… espero que sí porque eso es lo que estoy tratando de hacer y todo se basa en lograr un cambio verdadero para la sociedad. Uno de los grandes beneficios de la popularidad es la influencia que puedes tener para generar un cambio positivo.